Belleza canadiense

Sutton es un poblado pequeño cercano a Montreal, la ciudad más populosa de Quebec, que es a su vez la provincia más grande de Canadá y el único territorio de América del Norte en que la lengua oficial (vigilada por las autoridades con esmero) es el francés. Pese a la filiación francófila de la región, Sutton es conocido como un municipio abierto al mundo, uno de los pocos en que se admiten en las escuelas niños anglófonos, con una alto porcentaje de residentes extranjeros, y tan conocido por sus hermosas montañas y bosques como por la amabilidad de una población orgullosa de ir creciendo de la mano de los preceptos del desarrollo sostenible.
En este entorno natural despampanante, la arquitecta Natalie Dionne diseñó en el 2013 esta casa de retiro para una familia que deseaba escapar de la bulliciosa Montreal. La casa, bautizada como “T” por su isomorfismo con la letra, está ubicada en una planicie abierta en la cima de una colina. Desde allí se ven los bosques, los valles sembrados y los Apalaches. Tomando estas coordenadas como motivos de peso, “T” fue pensada para sacar partido de la suntuosidad del paisaje, acomodándose a los accidentes del terreno y con las posibilidades ofrecidas por la luz natural y los vientos como factores determinantes de su implantación.

El minimalismo de su trazo es en este contexto un signo de humildad ante la supremacía de la naturaleza y los revestimientos escogidos (tanto para el exterior como para el interior), que la singularizan dotándola de una belleza que, dentro de lo moderno, podemos llamar ya clásica.
Así, las fachadas están hechas de madera torrada, placas de cemento composite, acero cor-ten y paneles de roble blanco (oriundo de la región); materiales todos que, amén de su potencialidad expresiva, se caracterizan por ser biocompatibles y resistentes a las asperezas del clima y los estragos provocados por el paso de los años.
De los dos volúmenes que forman la T, en el que haría las veces de línea horizontal de la letra, prima la madera; en el que correspondería a la vertical, uno de cuyos extremos se apoya en el suelo mientras que el otro se asoma en voladizo sobre la colina, dominan los paneles de cemento composite. El corazón de la casa es un espacio transicional completamente vidriado en el que las fronteras entre el afuera y el adentro se vuelven difusas.
La distribución es clara y bien diferenciada. El área transparente corresponde al comedor, y en torno a él se distinguen tres sectores: uno alberga la sala de estar, otro a las habitaciones y el tercero (coincidente con el volumen revestido en madera que posee dos plantas) acoge la cocina y, en el nivel superior, la suite.

Hay que destacar que el comedor se extiende hacia el este en una terraza de madera ideal para contemplar las montañas; hacia el sur, en un patio seco que a su vez se prolonga en la larga y recta piscina lindante con los bosques; y hacia el oeste en el jardín acuático.
El protagonismo dado a los revestimientos y, especialmente, el cuidado aportado por los detalles se hace más evidente aún en el interior, en el que espacios casi totalmente desprovistos de adornos y con un mobiliario tan funcional como reducido logran posicionarse como mejor “vestidos” que aquellos profusos en alfombras y otros enseres cosméticos.
La mayoría de los muebles fueron diseñados por el estudio, prácticamente con los mismos materiales que dominan las fachadas. Gracias a ello, la madera aporta su calidez a los muebles para incorporarse estructuralmente al edificio confiriéndole, además de funcionalidad, unicidad estética. En este aspecto se destaca todo el equipamiento de la cocina, la repisa-biblioteca del estar, y los armarios y mesadas de los baños. El hogar revestido en acero cor-ten merece, al igual que la cama de la habitación principal una atención especial por poner en escena esa dudosa frontera entre la industria y el arte. Los pisos obedecen al mismo principio de continuidad.
Recapitulando, si quisiéramos dar cuenta de la belleza de la casa, podríamos decir que está construida en perfecta armonía con el entorno - un entorno que, además, no puede ser más bello- que ha sido diseñada en función de los deseos de sus propietarios y con arreglo a los requerimientos ecológicos de importancia considerable como el ahorro energético, que está compuesta por materiales nobles y durables, y que se rige por los cánones estéticos contemporáneos. Sin embargo, la suma de las anteriores causas no basta para lograr el total: hay un plus irreductible en esta belleza canadiense.

Texto: Soledad Franco
Fuente: www.v2com.biz
Fotos: Marc Cramer, cedidas por el estudio

[ INFORMACIÓN ]
Tipo de proyecto:  Vivienda unifamiliar
Ubicación: Quebec, Canadá
Superficie del terreno: 3230 m²
Año de proyecto: Marzo 2013

[ PROYECTO ]
Natalie Dionne Architecture
Equipo: Natalie Dionne and Martin Laneuville
www.ndarchitecture.com