Potencia creativa y resolutiva

Algunos proyectos pueden ser la excusa para una dupla de trabajo. bajo esapremisa, las diseñadoras de interiores aleja canamasas y victoria maizteguitrabajaron para sumar, potenciar ideas, debatir y consensuar.

Decoración 05 de diciembre de 2012 Espacio&Confort

En el trabajo de diseñar en equipo un interior las tareas son numerosas y diversas, e incluyen desde la relación con el cliente hasta la elección o diseño de un tirador para un mueble hecho a medida. En ese proceso, es vital involucrar al cliente ya que el resultado no será ni más ni menos que un espacio que hable y le sirva a él, más que cualquier otra búsqueda relacionada con responder a una moda o tendencia.


En esencia, la propuesta no es otra que generar espacios únicos como las casas mismas, como sus propios dueños; es por eso que en numerosas oportunidades, se opta por diseños a medida.


Actualmente, el mercado cuenta con una gran variedad de artículos que resuelven algunos temas. Pero tratándose de casas de gran escala las medidas son otras, y el nivel de terminación necesario, también. Por eso, es importante la mirada integral que contempla la arquitectura y la necesidad del usuario para dar una verdadera respuesta de diseño.


Tres áreas
En este caso, las diseñadoras de interiores trabajaron sobre tres espacios diferentes: Living - Comedor – Cocina. Tres lugares con distintas funciones pero conectados visualmente.
El proyecto buscó unir estéticamente estos ambientes sirviéndose de una paleta de colores, materiales, formas y texturas que reaparecen en cada rincón de la propuesta.
En líneas generales, se armó una zonificación funcional que, en el caso del living y el comedor, gira en torno a un tabique divisorio – tecnológico - que resuelve la ubicación de los plasmas y equipos de sonido. En la cocina, una gran puerta corrediza con marco de madera laqueada blanca y con vidrio esmerilado permite ocultar parcialmente, cuando es necesario, las visuales de un pequeño comedor diario.



En cuanto a los colores, se trabajó con el negro, el blanco y una pequeña cuota de naranja.


El mobiliario fue diseñado íntegramente a medida y se optó por la combinación de Guatambú y Laqueado blanco. Las líneas de los muebles son muy simples y puras. La idea fue diseñar muebles livianos que acompañaran las marcas de la arquitectura.


Otra consigna fuerte en el proyecto fue incorporar fibras naturales, hierro, cemento y cuero, para ablandar las líneas modernas.


Etapas del diseño a medida
Los primeros pasos de la ejecución del proyecto consistieron en preparar “la caja”. Se pintaron los muros y algunos cerramientos buscando unificarlo en un tono. Se pulió e hidrolaqueó el piso de madera de pinotea del living. Un negro gastado fue el tono elegido para empapelar el muro que divide living de comedor y es soporte de plasmas.
El living se armó frente al tabique funcional, mencionado anteriormente, y para el mismo se diseñó un mueble bajo en Guatambú, que rodea, envuelve y contiene a los equipos de audio, video y pantalla.
En frente, se dispuso un importante sofá de tres cuerpos negro con asientos extensibles, ideal para ver películas. A su lado se colocó una pequeña mesa de arrime con tapa de hormigón y patas de hierro realizada especialmente para ese lugar. Y también se diseñó una mesa puente en chapa de medidas generosas para cumplir con la posibilidad de comer allí en alguna ocasión planteada por el cliente. Dos puffs cuadrados colocados por debajo de la mesa sirven de asiento auxiliar sin ocupar demasiado lugar. Y una poltrona con asiento tapizado y respaldo en tientos de cuero acompaña al conjunto. Luego, para las cortinas se optó por unas Roller de fibra natural. Por último, la iluminación de este espacio se simplificó con embutidos que dejan protagonismo a una esfera tramada suspendida de una pieza de madera.
Para el comedor se diseñó un mueble también en Guatambú para un gran nicho existente en una de las paredes laterales con el propósito de generar un importante lugar de guardado sin caer en un diseño pesado. Para ello, se trabajó con distintos módulos que se encastran y dejan algunos lugares vacíos y otros plenos, provocando distintas profundidades.


Se diseñó una mesa de 3 metros de largo y 1.40 metros de ancho, laqueada blanca, para recibir y dar comodidad a las asiduas visitas que recibe la familia. Se la acompañó con sillas de estructura de fibra natural y asiento tapizado en lino. Además, el gran paño fijo que mira hacia el jardín, se vistió con cortinas en un lino rústico y con sistema de tensores.
En la cocina, una puerta corrediza con marco de madera laqueada blanca y vidrio esmerilado permite ocultar parcialmente las visuales hacia este espacio cuando resulta necesario. Los colores existentes en la cocina, negro y blanco, se repiten en el nuevo comedor diario. Para la pared del fondo se eligió un interior negro mate que permite ser utilizada como pizarrón al tiempo que hace un remate visual.
Se dispuso un banco en madera laqueada blanca, amurado a la pared que continua la línea del mobiliario. Y, en el centro, una mesa cuadrada de guatambú se acompaña con sillas modelo Jacobsen en madera laminada laqueada blanca. Para este sector se eligió una campana colgante de aluminio. Y para las ventanas en ángulo, se optó por las tradicionales cortinas americanas color blanco.
Una mirada integral para trabajar sobre tres espacios diferentes, donde se revela una suma que da como resultado potencia creativa y resolutiva.•


Fuente: Aleja Canamasas y Victoria Maiztegui
Fotos: Leandro Arévalo



[ DECORACIÓN ]
Dis. de Interiores Aleja Canamasas
(0221)15.595.1555
Dis. de Interiores Victoria Maiztegui
(0221)15.621.8532


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