El lenguaje de los símbolos

El chi, en la naturaleza, fluye suavemente a través de curvas y espiralesy, cuando nos movemos a través de la vida de esta manera, “disfrutamos latravesía sin pensar en el destino final”. Los símbolos son parte de nuestra vida cotidiana.

Feng Shui 14 de septiembre de 2009 Espacio&Confort
El Feng Shui es el lenguaje de los símbolos. A través de éstos, sus maestros interpretan los ciclos “creativo” y “destructivo” de las 5 energías básicas de la naturaleza, las áreas o casas del Bagua (*) o, como por ejemplo, la geografía de un lugar, por medio de nombres de animales. 
Pero siempre con un solo objetivo, el de equilibrar las energías que emana el paisaje natural que rodea a la casa, por medio de ajustes en su forma interior y la ubicación del mobiliario.
Hoy, siglo XXI, no solo se considera el paisaje natural, sino también, el paisaje urbano que rodea a una vivienda, como la forma y ubicación de un edificio, antenas de telefonía celular, cableados aéreos, torres de alta tensión, etc. y muchos dañinos etcéteras más…
Nuestros hogares, y cada objeto que éstos contienen en su interior, también tienen alguna simbología para nosotros. “No olvidemos que nuestro hogar es una extensión de quiénes somos”. Lo hemos elegido, decorado y, de manera consiente o no, lo hemos llenado de objetos que tienen un significado especial para nosotros.
Los espacios donde habitamos diariamente, se vuelven metáforas para nuestras vidas, simplemente reflejan nuestra realidad. Por ejemplo, aquellas personas que se sienten solas o sin pareja, a menudo están rodeadas de cuadros o esculturas con figuras solitarias, símbolos que aumentan su estado de soledad.
Los objetos que colocamos para activar las áreas del Bagua son simbólicos. Nosotros somos los que le damos un significado o “poder”, a través de nuestros pensamientos y palabras que tienen la energía suficiente para “poder” hacer nuestros deseos realidad.
Existen varios elementos que pueden afectar el flujo de la energía en una habitación, como la calidad, forma y disposición del mobiliario en un ambiente.
Si algún mueble esta en malas condiciones o lo tenemos, porque lo heredamos o nos lo regalaron, pero no nos gusta… lo mejor es deshacernos de éste o bien, restaurarlo, si tiene un valor para nosotros, ya que nos puede drenar la energía, sea porque nos desagrada o inconscientemente, sabemos que hay que repararlo…
La energía vital, “chi”, se mueve por nuestros espacios de igual manera que nosotros circulamos en ellos. Si hay un mueble mal ubicado, es factible que nos dificulte el paso o, nos lo llevemos por delante... Lo mismo sucede con el “chi” que, al detenerse, pierde su capacidad revitalizadora.
Esta energía necesita fluir libremente y de forma suave por toda la casa, nutriendo todo rincón habido y por haber, entrando sin obstáculos a la casa o habitación y, saliendo de ésta de igual manera.
También, prestemos atención a las corrientes de aire que se puedan generar al abrir dos ventanas o dos puertas que estén enfrentadas. Nos podemos sentir incómodos si estamos ubicados entre éstas o afectar nuestra buena salud… Además, al entrar la energía vital a nuestros espacios a tal velocidad, como entra sale de éstos, sin tener la posibilidad de revitalizarlos.
Posicionar adecuadamente nuestra cama, escritorio, sofá o artefacto de cocina, es encontrar la “posición de poder”…de “poder tener mayor control de la habitación donde nos encontramos y de la puerta de entrada”. Por lo tanto, no es aconsejable dar la espalda a ésta, ya que no “podemos” ver quién y cuando entra a la habitación y, esta incertidumbre, en nuestro inconsciente, nos tensa y, si estamos durmiendo, no logramos un buen descanso.
Una simple solución, al no poder cambiar la posición de nuestros muebles de reposo o de asiento, es enfrentar a éstos, un lindo espejo y poder ver cuando apenas entra alguien a la habitación o, también, se puede usar el reflejo de alguna superficie espejada como una olla de acero inoxidable, si estamos en la cocina, o la superficie de un objeto de vidrio o cristal.
Es importante ubicar correctamente nuestra cama, ya que pasamos una tercera parte de nuestra vida en ella. Su cabecera debe estar “bien apoyada contra una pared”, para sentimos mas protegidos y, por supuesto, con una buena visual de la puerta…
Sí, debemos obviar esta sugerencia, cuando una cama, sofá o silla este ubicada sobre “cruces geopáticos” o sobre líneas “distorsionadas” de la energía natural de la tierra ya que nos afecta nuestra salud.
Nuestro mundo esta dominado por rectángulos y líneas rectas. Corredores largos y rectos nos llevan a un lugar a otro, tan pronto como sea posible, con agudas esquinas creando abruptos cambios de dirección, donde el flujo del chi se acelera, al igual que nuestras vidas.
En cambio, cuando nos movemos a través de la vida como la energía chi fluye en la naturaleza, a través de curvas y espirales, “disfrutamos la travesía sin pensar en el destino final”.
Las formas de los objetos también nos afectan. Las curvas y las rectas tienen diferentes energías. Las formas curvas son dinámicas, creativas y energéticas ya que, denotan movimiento y son formas “simbólicas” de la naturaleza. Por ejemplo, una mesa redonda es ideal para un grupo de trabajo, ya que genera ideas creativas y discusiones positivas, pero como el círculo centrifuga la energía, (a diferencia de las mesas cuadradas, más sustentadoras, que sostienen la energía del grupo por más tiempo), es muy probable que la reunión dure menos de lo esperado.
En cambio, los rectángulos, con sus ángulos y rectas tienden a acelerar el movimiento de la energía chi. Representan la rigidez y la firmeza, pero también, la organización, practicidad y fortaleza. Tanto los rectángulos como los cuadrados se asocian con la necesidad de orden y equilibrio en el ser humano. Un escritorio de líneas rectas es más apropiado para incentivar nuestra concentración y el área racional de nuestro cerebro y, para incrementar nuestra creatividad, una mesa de trabajo de líneas curvas es lo ideal.
Cuando nos sea posible, generemos un equilibrio formal en nuestros espacios, introduzcamos objetos de suaves curvas para contrarrestar las líneas rectas de la arquitectura de nuestros espacios y, así, crear un espacio armonioso que nos acerque a las formas de la naturaleza y sentirnos vivos, saludables y equilibrados.~

Texto: Dis. Interiores Ana Thorschmidt. [email protected]

(*) El bagua o Pakua, es un mapa ancestral que muestra cómo la energía vital se mueve en el espacio. Es uno de los elementos básicos en Feng Shui. Se trata de un octágono que muestra los trigramas y la relación de éstos con los puntos cardinales, las 5 energías (madera, fuego, tierra, metal y agua) y las 9 casas o áreas que representan “simbólicamente” los aspectos de nuestras vidas.
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