Una prefabricada

El lector estará pensando que nos equivocamos de foto porque la palabra prefabricada reenvía a la imagen de esas construcciones de madera tipo chalet que aparentan ceder al más mínimo soplo de viento. Pero no. Las casas prefabricadas o modulares, para usar el término más en boga, son sencillamente aquellas cuyas partes (secciones o paneles) se hacen en fábricas, con materiales muy diversos, y luego son montadas o ensambladas en el lugar elegido sobre una base de concreto previamente preparada.
El método permite entonces un control eficiente de la calidad de los materiales desde su gestación, y ahorro en mano de obra y tiempo de instalación (estimado en cinco meses).
Lejos de la homogeneidad que suele asociarse al concepto de prefabricación, los diseños arquitectónicos y los sistemas de fabricación pueden personalizarse y serán diferentes según el deseo de cada cliente, precisamente porque la belleza de la arquitectura modular estriba en su posibilidad de ofrecer múltiples combinaciones o reemplazar o agregar cualquier componente preservando las relaciones proporcionales y dimensionales sin afectar al resto del sistema.
En los últimos años, la rama más vanguardista de la arquitectura modular se ha ido desarrollando teniendo como meta ser sustentable, es decir, como todos saben, aprovechar los recursos naturales y reducir tanto como se pueda el impacto sobre el medio ambiente y sus habitantes. La casa Alberic, propiedad de la arquitecta Ana Comas, quien también participó en el diseño en tanto integrante del Estudio Dream, es un modelo en términos de sustentabilidad y buen gusto.

La casa está construida sobre un terreno de 2300 m2 de los cuales ocupa 150. Tiene un porche, una gran cocina abierta al living, tres habitaciones, dos cuartos de baño, garaje para dos autos, sala de fitness, lavadero, parque y piscina. Hasta aquí sería una casa más o menos común y corriente, pero hay diferencias, no sólo en el costo de la construcción sino en el ahorro energético que permite. En la fachada, lo que domina son las grandes superficies vidriadas que, más allá de resaltar su aspecto moderno, tienen la función de proveerla de luz natural y aislamiento termoacústico. Con este fin se utilizaron cristales compuestos de vidrios de seguridad de 20 milímetros (mm) de espesor, separados entre sí por una cámara de aire. En realidad, el frente está formado por varias capas aislantes. De exterior a interior tenemos el vidrio, un panel de composite sobre perfilería metálica oculta, un panel sándwich de chapa relleno de poliuretano inyectado y trasdosado interior de placas de cartón yeso con aislamiento de lana de roca sobre perfilería de chapa (tipo pladur). Dentro de la vivienda, tres manos de pintura plástica lisa color blanco mate (previo emplastecido y fijado sobre mano de fondo) impedirán que alguien no experto distinga esta pared de la convencional de ladrillo.
La misma intención ecológica anima otras elecciones. La casa se haya equipada con un sistema de recogida de aguas pluviales que se utilizan para el lavarropas y el riego, un sistema de reciclaje de aguas grises que se utiliza para limpiar los baños, calefacción por suelo radiante y paneles solares (que proporcionan la mayoría del agua caliente); un sistema de ventilación cruzada para mantener una temperatura adecuada y un aire acondicionado central que nunca se enciende (su dueña ha declarado que no lo necesita). La iluminación, de baja energía en todos los espacios, tampoco goza de un uso frecuente. Para preservarla de la humedad la casa se eleva 10 centímetros del suelo en la parte más baja. Por último, los perfiles de la estructura son de acero galvanizado lo cual los protege de la corrosión.
Así, Alberic es un ejemplo de construcción modular y la construcción modular nos plantea un novedoso concepto de casa, sostenible y accesible (por el ahorro que permite en tiempo y materiales, pero también por el ahorro en calefacción y luz) que cuenta con el mismo confort de una vivienda tradicional y aprovecha al máximo las fuentes de energía renovable.~

Textos: Soledad Franco
Fotos: cedidas por Estudio Dream

PROYECTO
Ana Elodia Comas
Daniel Ropero Rago
www.estudiodream.es
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