Je pense à toi, París

Cuenta la leyenda que el general encargado de dar la orden de destruir París al terminar la ocupación alemana en la Segunda Guerra desobedeció inclinado ante su belleza. Se había enamorado. La capital está situada en el norte de Francia, a ambos lados de la gran curva del Río Sena y reúne muchos de los monumentos más admirados y de los lugares más famosos del mundo: La Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la Avenida de los campos Eliseos, el Arco de Triunfo, la Básílica del Sacre Coeur , la Ópera Garnier, el barrio de Montmartre, Montparnasse y el barrio latino, entre otros. Por supuesto, entre su profusión de museos se cuenta el Louvre.
Su noche se ha vuelto inmortal a través de Le Chat Noir (el cartel de Steinlen es más que conocido) y le Moulin Rouge, (tema de muchas de las pinturas de Toulouse-Lautrec) en el que actuaron artistas de la talla de Charles Aznavour, Joséphine Baker y Frank Sinatra . En esta nota un paseo breve por algunos de estos sitios de interés.
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Si de pasear se trata, moverse en París es de lo más simple: un sistema conecta los trenes de cercanías con los subterráneos, que a su vez están ligados a un sólido tramado de rutas de autobuses. Además, cuenta con un servicio público de alquiler de bicicletas y se halla unida al resto de Europa por impecables autopistas, dos aeropuertos internacionales y un completo sistema ferroviario que cuenta con el TGV para conectar los diferentes puntos del país con Londres, Estrasburgo y Stuttgart.
La Torre Eiffel comenzó a construirse en 1887 y fue concluida en 1889, para conmemorar el aniversario de la Revolución Francesa.Hoy es un símbolo de la modernidad de París, pero es notable el hecho de que hubiese sido demolida hacia 1900 (su estética había desconcertado a la mayoría de los parisinos) si no se hubiese descubierto su eficacia en materia de comunicaciones:en la actualidad varias antenas la coronan y han elevado su altura de 312 a 324 metros. Es el punto más alto de París y no contemplarlo desde allí es como nunca haber ido.Para subir puede utilizarse una escalera de 1665 escalones o ascensores. Dentro hay tiendas de recuerdos, además de dos restaurantes de lujo.
La Catedral de Notre-Dame es la obra más representativa del estilo gótico europeo. Se hallabordeada por el Sena y tiene hermosos jardines delante y detrás, aunque debe su fama sobre todo al tallado de sus gárgolas y a sus imponentes torres.Fue construida entre los siglos XII y XIV. Tiene planta de cruz latina, una fachada de 40 metros de ancho, una longitud de 130 metros, y una altura máxima de 69. A escasos metros, cruzando el río, el viajero puede descansar en alguna de las callecitas repletas de bares y restaurantes que forman el barrio latino; hay para todos los gustos y es de lo más barato que puede hallarse en la capital del glamour.
El Arco de Triunfo está situado en la Place de l´étoile, punto de partida de 12 avenidas importantes, entre ellas la célebre de los Campos Elíseos.
La avenida es un lugar ideal para comprar o tomar algo en una de sus terrazas, siempre rebosantes de turistas. Aquí está el glorioso Lido de París, un gran número de cines y de galerías comerciales, restaurantes y hoteles. Por la noche la marcha se impone. En cuanto al Arco, proporciona otra de las vistas más maravillosas de la ciudad. Fue erigido en 1806 por Napoleón Bonaparte para homenajear a sus ejércitos. Su estilo es románico y tiene una altura de 50 metros y un ancho de 45. En sus paredes inferiores están grabados los nombres de generales y batallas ganadas por las tropas francesas. También se construyó allí la Tumba del Soldado Desconocido en 1919.
Montmartre fue cuna de la bohemia francesa hacia fines del siglo XIX y principios del XX; hoy es conocido como “el barrio de los pintores”, un barrio encantador de calles empinadas y cafés de postales emplazado sobre una colina en cuya cima se halla la Basílica de Sacre Coeur. Se encuentra en la zona norte de la ciudad y se accede a su punto más alto dando un paseo por jardines y escaleras de novela, o bien utilizando un funicular que deja al viajero a los pies de la basílica. Detrás de la colina está la Place du Tertre, llena de tiendas de recuerdos y restaurantes. Aquí también debe visitar le Moulin Rouge, Le Chat Noir y el afamado cementerio. Montparnasse tiene características muy similares, pero está situado enfrente, en la orilla izquierda del Sena. Allí se encuentra el famosísimo café Les deux molines.
Por último, póngase su calzado más cómodo e intente admirar, al menos, parte de las infinitas salas y galerías del Louvre, antiguo palacio real que hoy se constituye como el museo más importante del mundo.
No rehúse esta invitación, recuerde que París es una fiesta.~

Fotografía: Laura Maiori