La Plata. El nuevo local comercial de Barlovento, ubicado en 31 entre 512 y 513, en noviembre cumple el primer año de la apertura formal al público, luego de una gran reforma de arquitectura y diseño.
En retrospectiva
Los antecedentes de esta reforma surgen de su historia, contada por sus dueños. Todo comenzó en 2007 cuando la gente del lugar y numerosos cocineros solían golpear el portón de la distribuidora para solicitar pescado fresco. Dos años después, los propietarios decidieron dar respuesta a esa necesidad y efectuar la venta directa al público, en un pequeño lugar al que llamaron Barlovento por el término náutico que refiere a la dirección desde donde sopla el viento.
Al poco tiempo ese espacio comenzó a resultar insuficiente y, ante la necesidad de brindar una mejor atención, resolvieron iniciar una obra de reforma y diseño. Para acompañar esta nueva decisión que implicaba crecimiento, mejora de la calidad y la atención a sus clientes, se conformó un equipo de trabajo integrado por arquitectos y diseñadoras, de interiores y gráficas.
Actualidad
Luego de la obra de reforma, Barlovento funciona en un edificio implantado en forma de prisma, cuyo acceso se organiza a partir de un espacio generoso en la vereda que es muy apreciado por los clientes.
La fachada se destaca por su superficie continua metálica, conformada por paneles de aluminio azul y por un sector vidriado donde resalta el ingreso principal, con dos puertas corredizas vidriadas que revelan su interior. De esa forma, se logra la conexión entre el interior y el exterior, cuya área verde con distintas especies en la vereda resalta, en contraste, el estilo propio de la construcción.
Conceptos y contrastes
A partir del nombre Barlovento se trabajó sobre los dos temas, el agua y el viento, origen del movimiento en el mar. Y a ellos se sumaron las olas que juegan en un espacio blanco y frío.
Por eso, el movimiento es la primera evidencia al ingresar al local: sobre el cielorraso pintado en azul profundo, una sucesión de olas -planos blancos ondulados- generan un efecto de desplazamiento, en altura y en contraste con el fondo oscuro. Estas olas simulan salir desde una raja o guarda ubicada en el fondo del local que contiene una gráfica inspirada en un cardumen, conformada por una aglomeración de triángulos en diferentes tonos de azules, continuando con la paleta de tonos fríos. Estos “peces” varían sus tamaños a lo largo del recorrido creando un efecto óptico de desplazamiento en la guarda perimetral que recorre el local, la cual va cambiando su trama según donde esté, siendo la nota “decorativa” con la intención de generar un ambiente temático y reforzar la identidad visual de Barlovento.
La distribución del local es central con las heladeras, revestidas en Corian, con una disposición en forma de U. El equipamiento está compuesto de pozos de frío y bateas. Estas últimas delimitan la zona de trabajo formada por una barra en acero inoxidable y Corian, que sirve de apoyo a las balanzas y de espacio de preparación de los pedidos.
Debajo del entrepiso se ubican el Sector de Caja y la Cocina. Esta última, si bien está separada del resto del local, a través de vidrios, deja observar su funcionamiento.
Por delante de la Caja, se delimitó un sector de exhibición compuesto de freezer verticales y de un mueble de productos delicatessen. En una barra, diseñada como un lugar de espera, se pueden ver distintas recetas de cocina que hoy son una marca de identidad de Barlovento. Ese rasgo definió el lugar privilegiado en esta ambientación donde las recetas, clasificadas, están a la vista del cliente para que cada uno las lea, elija según sus preferencias, la lleve y, también, pueda armar su colección culinaria.
Barlovento es una empresa que apostó a la calidad en su producto, servicio y atención de sus clientes. Y para llevar adelante su proyecto de crecimiento confió en un equipo profesional que conformó este espacio diseñado para el cuidado de sus productos y la óptima atención de quienes son sus clientes.
Fotos: Leandro Arévalo
Texto: Victoria Maiztegui
Proyecto: Q Estudio
Proyecto y Dirección Ejecutiva: Arq. José M. Quiles
Dirección Técnica: De Marco Adrián y Quiles Joaquín
Diseño de interior: Aleja Canamasas / Victoria Maiztegui
Diseño Gráfico y comunicación: Bea Ramacciotti