ALEJANDRO ARAVENA. En la 41° edición de premiación, el arquitecto es el primer chileno en recibir este galardón. Autor de más de 2.500 unidades de vivienda social, obras públicas y privadas, el nuevo Pritzker fue catalogado como un arquitecto que profundiza un diseño verdaderamente grandioso.
“Practica la arquitectura como una empresa ingeniosa en comisiones privadas y en diseños para el ámbito público y representa el resurgimiento de un arquitecto más comprometido socialmente”. Así describió el Jurado al nuevo ganador del Premio Pritzker edición 41°, el arquitecto Alejandro Aravena. Con apenas 48 años de edad, su obra se ha destacado en distintos puntos del mundo, con una producción que incluye obras públicas, privadas y educacionales.
Junto a su Estudio Elemental, un Do Tank fundado en el 2001, integrado además por Gonzalo Arteaga, Juan Cerda, Victor Oddó, Diego Torres, se enfocó en proyectos de interés público e impacto social, incluyendo viviendas, espacio público, infraestructura y transporte. En este sentido, luego del terremoto y tsunami que afectó a Chile en 2010, fueron convocados para trabajar en la reconstrucción de la ciudad de Constitución.
Aravena es el cuarto arquitecto latinoamericano en ganar el Pritzker, después del mexicano Luis Barragán (1980), y los brasileños Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006).
En su declaración, el jurado señaló en relación al nuevo galardonado, que Alejandro Aravena “está liderando una nueva generación de arquitectos que tiene una comprensión holística del entorno construido y ha demostrado claramente la capacidad de conectar demandas económicas, diseño del hábitat humano, responsabilidad social y la ciudad. Pocos han alcanzado las exigencias de practicar la arquitectura como un ingenioso empeño, así como los desafíos actuales sociales y económicos. Aravena, desde su Chile natal, ha logrado ambos, y al hacerlo ha ampliado significativamente el papel del arquitecto.”
El presidente del jurado del Premio Pritzker, Lord Peter Palumbo, describió el trabajo de Aravena como “una revelación”. Destacó además la capacidad del arquitecto para mejorar los entornos urbanos y su apuesta por la adopción de soluciones técnicas a la crisis mundial de vivienda.
Entre sus obras más destacadas se encuentran las Casas de Villa Verde en Constitución, las cinco obras realizadas para la Universidad Católica de Chile, entre ellas, las sedes de las facultades de Matemáticas y de Medicina, como asimismo el Centro de Innovación Anacleto Angelini (un espacio de la Universidad de carácter multidisciplinario que articula la interacción entre universidad, empresa y sector público), las viviendas sociales Quinta Monroy en Iquique, Chile, el Mirador Las Cruces en México, los dormitorios de la Universidad de St. Edward en Austin, Texas (Estados Unidos), entre otras.
Bajo la filosofía arquitectónica de incluir a la comunidad en el proceso, Aravena ha realizado proyectos de distintas escalas, desde casas unifamiliares a grandes edificios institucionales, emprendiendo sus obras con frescura y capacidad para iniciarlas sin ninguna idea predeterminada ni tampoco forma. Y además de comprender los materiales y la construcción, también entiende la importancia de la poesía y el poder de comunicación de la arquitectura en muchos niveles, según describe el Jurado que lo eligió ganador de esta edición 41 del Premio Pritzker, y que además lo calificó como “Innovador e inspirador”.
Alejandro Aravena recibirá el galardón consistente en 100.000 dólares y una medalla de bronce en una ceremonia en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, el próximo 4 de abril.
Fuente y Fotos: www.pritzkerprize.com
Información: www.alejandroaravena.com