Pinamar. La arquitecta Silvina Zubiarrain saca partido del entorno, las líneas netas y una volumetría simple efectivizada en materiales de última generación, para imprimir sobre esta casa de descanso un aire monumental.
Monumental es aquello que se destaca por sus grandes dimensiones o su categoría y no otra cosa podría decirse de la casa que usted estará admirando ahora. Ese aire de verdadera grandeza que la vivienda de descanso despide parece provenir de la simple conjunción de la ubicación –nada menos que frente a la cancha de polo del barrio cerrado La Herradura-, la estética –una propuesta basada en lo mejor de la arquitectura moderna con notables pergolados y espacios de transición con el afuera-, y los materiales escogidos que, amén de su practicidad y adecuación al proyecto, expresan solidez.
Con un importante retiro de calle, la fachada principal se halla compuesta de placas de cemento, vidrio y madera en la puerta principal, realzada por los canteros que acompañan el trayecto hasta ella. La madera también se aprecia en el deck que extiende el espacio que corresponde a una de las recámaras de la planta baja. En el lado opuesto una galería abierta conduce a un segundo acceso. Distintos tonos de gris marcan la alternancia volumétrica.
La contrafachada ha sido materializada casi por completo en vidrio. Las ventanas ejecutadas en PVC y vidrios DVH de dimensiones generosas acentúan el protagonismo del verde sin fisuras del campo de polo dentro del interior. La fabulosa piscina parece ingresar hasta el estar.
En cuanto a la disposición, los espacios fueron generados a partir de dos ejes bien definidos: el primero, contar con un área social amplia y conectada a una secuencia de áreas de estar interior-exterior y a un quincho/playroom, todo orientado para ganar luminosidad y beneficiarse de las vistas a la cancha de polo. El segundo, fue la sectorización del lugar de dormir y expansión privada de los integrantes más jóvenes de la familia y huéspedes, conectados por medio de la pileta y el hidromasaje. Tal elección permitió una clara diferenciación con la suite principal (con la ganancia en privacidad que esto conlleva) que se halla en la planta superior de la vivienda con todos sus servicios y expansiones.
En cuanto a la decoración, acompañando las líneas y volumetrías simples, se pensó en un estilo bien net, trabajando colores neutros y eligiendo un mobiliario de líneas muy definidas. El elemento integrador que recorre toda la casa son placas cementicias para los pisos teñidas in situ, además de cielorrasos y paredes cuya blancura es atenuada por una iluminación acorde. También la madera dosificada en aberturas, vitrinas, alguna mesa, y en la escalera que partiendo del estar conduce a la planta superior, aporta su calidez.
Se destacan en el conjunto las sillas de acrílico que rodean a la mesa del quincho/playroom; los muebles de ratán de la galería semicubierta; y la espacialidad lograda en el estar comedor, gracias a la integración de las funciones en un solo espacio y a la presencia de lo mínimo.
Las habitaciones han sido tratadas con un equilibro basado en la exacta proporción de lo cuasi campestre y lo monástico.
El jardín se proyectó con la misma idea de simplicidad generando cercos de thujas y pequeños espacios de gramíneas y jazmines, contando también con un sector de huerta.
Galerías, pérgolas, semicubiertos, una gran piscina y un protagonismo concedido al entorno; diseño y decoración net. Ideas simples, resultados monumentales.
Fotos: Diego Medina, cedidas por el estudio | www.diegomedina.com.ar
Texto: Soledad Franco
[ INFORMACIÓN ]
Tipo de proyecto: Vivienda unifamiliar
Ubicación: Barrio Privado La Herradura, Pinamar
Año de construcción: 2016
Superficie: 543m²
[ PROYECTO ]
Arq. Silvina Zubiarrain
Del Tuyú 169. Pinamar. Tel 02254 48 7983
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Colaboradora: Arq. Fernanda Rodríguez
Decoración: Jorgelina Allona