Con sabor a mar

Este proyecto constituye una invitación a reflexionar sobre la relación armoniosa de la arquitectura del hombre y su entorno natural, un paisaje agreste cerca del mar.
El relieve particular del lote, de 1162 m², las vistas lejanas del bosque, la playa y el mar, son los temas que hacen singular a esta residencia, autoría del arquitecto Ariel Galera y su grupo de colaboradores.
Respetando las ondulaciones del nivel del suelo original, se cristalizó esta audaz propuesta, cuya simplicidad geométrica se oculta bajo la aparente complejidad en la organización de las relaciones activas entre llenos y vacíos. Un conjunto, de forma apaisada, que se desarrolla a lo largo de una planta general longitudinal en tres niveles, con una superficie cubierta total de 290 m².

La continuidad entre el interior y el exterior está establecida con fluidez, de manera que no sólo la vivienda parece ser parte del paisaje, sino también, su espacio interior. En un nivel semienterrado se ubicó el estacionamiento vehicular, la sala de máquinas y el área de servicios. Sobre este volumen, que oficia de zócalo, y como volando sobre el terreno, se hace presente la planta donde se distribuye el área social. Un ámbito continuo, pleno de luz y espacialidad, donde se dispuso el estar, el comedor, la cocina y un quincho que, progresivamente, se despega del terreno.
Coronando este nivel, protegido de los fuertes vientos del sur y vistas vecinas por un tabique estructural de original diseño, una losa vista que acentúa las visuales entre el estar y el quincho.
Como desafiando los principios básicos de la gravedad, en la planta alta, un prisma apaisado, creativamente calado, contiene el área privada – tres dormitorios y todos en suite-. Ámbitos signados al puro descanso y a la intimidad, que se abren hacia el este, capitalizando toda vista de la playa y los tesoros que el dios Poseidón pueda ofrecer; y, hacia el oeste, acristalamientos verticales y una ventana “cuadro” horizontal, permiten fusionar el verde del bosque con cada uno de los interiores.
Además de esta interesante solución formal y estética, cuya silueta se recorta en el horizonte, completan el lenguaje y la forma de esta vivienda los accesos, espacios semicubiertos, expansiones y un elemento del flujo espacial vertical – escalera - que media entre el quincho y el área de estacionamiento.
El interiorismo realizado en esta vivienda se expresa a través de un pulcro minimalismo que pone en valor el universo de la percepción, el aspecto lúdico de los volúmenes y planos, el placer y la posibilidad de nuevos modos de relación y vínculos con el entorno natural.
Espacios interiores donde remates visuales, decoración austera e iluminación natural definen la sensación espacial que permite a los presentes disfrutar de dobles alturas, y donde el manejo de la luz indirecta provoca matices de claroscuros de efectos elocuentes.
Actualidad, innovación, diseño y arquitectura moderna, amplitud y funcionalidad son atributos de este más que notable proyecto en Cariló.
Una obra donde “el diseño elocuente interpreta la poética del espacio”, elevando el nivel de esta residencia veraniega, sobre el santuario donde la vida humana y las transiciones de sus etapas evolutivas son ampliamente bendecidas.

Texto: Dis. de Interiores Ana Thorschmidt
Fotos: Diego Medina

[ PROYECTO ]
Arq. Ariel Galera
www.arielgalera.com.ar
Divisadero entre Castaño y Casuarina.
Galería Terrazas local 2. Cariló.
Tel. (02254) 570995