Creatividad de bajo costo

Es sabido que el acceso a una casa propia es un problema a nivel mundial. También lo es el tema de qué hacer con los deshechos industriales. Estas dos cuestiones no están tan alejadas entre sí como pudiera parecer a primera vista; prueba de ello es esta vivienda con la que Benjamín García Saxe parece haber hallado una solución a ambas.
Cuenta el arquitecto que el matrimonio propietario poseía un bello terreno y quería disfrutarlo, por lo que se arriesgó a aceptar la oferta de erigir su hogar a partir de contenedores marítimos desechados, vidrio y aluminio para puertas y ventanas, madera para los pisos, y cartón-yeso para las particiones; esos son los materiales de la casa que ud. puede apreciar en las fotos. También participó de la construcción de la vivienda en sí, así que habría que agregar a los requerimientos del proyecto, la apertura mental y tenacidad de sus dueños que no se dejaron intimidar ni por la lista de elementos arriba descriptos ni por la magnitud del esfuerzo.
La belleza del terreno, por su parte, fue igualmente determinante: “Era importante para mí, proporcionar las vistas espectaculares que se dan aquí con la salida del sol y la puesta de sol y, en general, tratar de crear un sentimiento de comodidad y hogar”.

Bajo este imperativo fue que se inició el proyecto. Pero vayamos por partes.
Los dos contenedores que establecen una única planta fueron integrados en forma paralela pero desfasada y están, por supuesto, vinculados entre sí. Esta vinculación da un hall de circulación que atraviesa la casa de punta a punta. A la aislación térmica proporcionada gracias a una elevación considerable sobre el nivel del suelo, se suma el sobretecho practicado entre los dos containers, armado a partir de los paneles de metal que se sacaron para abrir las ventanas. Dicho sobretecho no sólo crea una sensación de apertura y favorece el ingreso de la luz en cada rincón, sino que genera al mismo tiempo una ventilación cruzada que es suficiente para no tener que mantener a toda hora encendido el aire acondicionado, hábito más que frecuente y necesario en zonas tan tórridas como las de Costa Rica.
Si bien no podría acusarse a esta fachada de ser tradicional, el interior es incluso más sorprendente por el hecho de que nada delata en él su origen low cost. En cuanto a la distribución de los ambientes, no deja nada que desear: por el hall se ingresa directamente a un estar de cómodas dimensiones abierto a una moderna cocina comedor. A un lado del hall, aprovechando el espacio que se produce a partir del desfase de los dos volúmenes dados por los contenedores y oculta a la mirada del visitante por una ingeniosa división, se ubica una habitación de usos múltiples que, llegado el caso, podría funcionar como habitación para los niños o los huéspedes. En el extremo opuesto se han dispuesto la suite matrimonial y un baño con toillete.
Dada la soledad de los parajes en los que se ha levantado la vivienda nada haría temer la intromisión de miradas indiscretas, así es que la entrada en su totalidad, gran parte del estar, la suite y la habitación de usos múltiples usufructúan la luz natural apelando al recurso de los paneles de vidrio.
En cuanto a la decoración, si el blanco domina las paredes y cielorrasos confiriendo un aspecto de amplitud, los pisos de madera impregnan el ambiente de calidez. No hay lámpara que entorpezca la visión del paisaje, sino que la iluminación es oculta. El mobiliario es moderno y sencillo, muy de acuerdo al contexto. Las sillas en rojo del desayunador y de la mesa del comedor hacen sistema con otros detalles del mismo tono que aparecen dispersos en el resto de los espacios unificando y aportando su brillo.
Como decíamos al inicio de la nota, bajo precio y refuncionalización de materiales de desecho, esta casa es un ejemplo de cómo la creatividad en arquitectura puede ofrecer soluciones a problemas de la agenda internacional, sin bajar los brazos ante el también loable objetivo de la belleza.

Fotos: Andres Garcia Lachner | www.garcialachner.com (cedidas por el arq. Benjamín García Saxe)
Textos: Ma. Soledad Franco

[ PROYECTO ]
Arq. Benjamin García Saxe Architecture
11 Stadium Street, Chelsea. Londres
www.benjamingarciasaxe.com
[email protected]