Cubo Mágico

Lo que usted está viendo no es un edificio de 4 plantas con terraza. Es una vivienda unifamiliar de siete: dos son subterráneas y la doble altura de la planta baja disimula a la vista desde el exterior la que a usted le falta para la cuenta. Son siete plantas.
La colosal construcción podría desentonar en un barrio como cualquier otro, pero no en Darrous, reducto que crece al norte de la capital de Irán y que se caracteriza por ser de lo más exclusivo. Darrous es el barrio de las embajadas y también de las estrellas de televisión, y en sus calles arboladas, de modernidad prolija, la casa que el reputado arquitecto Alireza Taghaboni creó para el estudio Nextoffice encuentra su entorno perfecto.
También armoniza a la perfección con el clima del lugar. En los cálidos veranos la fachada se abre para dar lugar a múltiples terrazas semicubiertas que permiten disfrutar de las noches estrelladas, de la brisa y del sol; en los inviernos se cierran a los vientos y a todas las inclemencias típicas de la estación.

La fachada es un prisma de artistas de hormigón visto en la que la madera y el vidrio alternan lugares protagónicos. En la planta baja un brie soleil escoltado por un espejo de agua acompaña el retiro de calle de la construcción. La escalera de barandas vidriadas permite acceder desde el exterior directamente al primer piso, que es el destinado a la vida social de la familia. A la cerrazón invernal corresponde la acogedora vista de la madera; el vidrio (obviamente) a la apertura. Las cajas de madera se desplazan generando un edificio abierto o cerrado según se quiera, y también una multiplicación de los espacios interiores.
En cuanto a la distribución, en las dos plantas subterráneas se ubican la piscina, gimnasio y otras áreas destinadas al cuidado del cuerpo; en la planta baja se hallan el estacionamiento de los felices propietarios y los cuartos de limpieza; las áreas sociales se reparten entre el primer y el segundo piso, y las habitaciones y otras áreas privadas fueron dispuestas en los dos restantes.

En el primer piso la voluntad transformadora de los arquitectos afecta a la cocina-desayunador; en el segundo es la habitación de huéspedes la que puede reconfigurarse y en el tercero, las oficinas muestran idéntico dinamismo. Como se ve, todas las posibilidades inscriptas en la estructura del edificio han sido puestas al servicio de satisfacer las necesidades de la familia que lógicamente cambian con el tiempo.
En cuanto a la decoración, los interiores forman una impoluta caja blanca en la que el negro en algunos planos, en los marcos de las aberturas de vidrio y también en algunos muebles, se equilibra con generosas porciones de madera en pisos, puertas y otros muebles dejando escaso lugar al posible efecto de frialdad al que la enormidad de los espacios invita. Esto se logra incluso pese al predominio de un mobiliario seleccionado entre lo más clásico de lo moderno en el que nada sobra y nada falta.

Cooperan con este agradable efecto de equilibrio los toques de colores fuertes que pueden observarse, por ejemplo, en algunas puertas, en el área de fitness o en el cuarto de baño de la suite en el que la bañera de diseño se destaca entre los azulejos rojos que, enmarcados por la abertura en negro y el vidrio, parecen componer casi un cuadro tridimensional.
Se sabe que las casas tradicionales iraníes ofrecen a sus habitantes una sala de estar de verano y otra de invierno para acompañar los cambios climáticos. No otra idea subyace a esta vivienda de impecable diseño que, como un cubo mágico cambia su cara, su color, homenajeando toda una tradición pero mirando al futuro.

[ INFORMACIÓN ]
Nombre del proyecto: Sharifi-ha House
Tipo de proyecto: Vivienda unifamiliar
Ubicación: Darrous, Teherán, Irán
Realización: 2013
Superficie construida: 1400 m²

[ PROYECTO ]
Arquitectos: Nextoffice - Alireza Taghaboni
Diseño: Alireza Taghaboni
www.nextoffice.ir