El detalle en lo simple

La casa está ubicada en el barrio cerrado Las Palmas, en las afueras de Buenos Aires, en el Tigre. Ocupa un lote de geometría regular, fuerte proporción longitudinal y buena orientación, pero su característica más importante es alojar en el fondo una bella laguna. Sus propietarios llevan una exigente vida profesional y la casa debía colaborar, en la medida de lo posible, con la necesidad de ganarle al estrés: distanciar a los clientes de sus agitados trabajos lentificando los rituales de la vida cotidiana y permitiendo que la presencia de la laguna empape cada actividad.

Así, el concepto de privacidad, la relación con su propio entorno y la relación con la laguna fueron las directrices que forjaron la idea de la casa en relación con su implantación, generando un equilibrio entre intimidad y paisaje.
Se acordó proyectar la vivienda con un fuerte lenguaje contemporáneo, de volúmenes puros, simples y contundentes, líneas rectas y techos planos, con poca permeabilidad hacia la calle y con apertura hacia el interior del jardín, para que la naturaleza (agua, cielo y sol) fuera la protagonista y enriqueciera (decoración inimitable y sin costo alguno) los espacios con diferentes sensaciones.

Si la poca permeabilidad hacia la calle resolvía la cuestión privado/público en relación al exterior, en el interior había que enfrentar el mismo punto y para ello se pensó en una vivienda donde la vida social se diferenciara de la vida privada a partir de dos niveles autónomos que trabajaran en forma horizontal, con una sola relación vertical a través de la escalera.
Con este fin, se dispusieron las áreas con funciones públicas y de servicio en planta baja y las áreas privadas en la planta alta, otorgándole a estos espacios cierta flexibilidad entre sí y la posibilidad de tener una relación directa interior-exterior a través de carpinterías vidriadas de paso o, simplemente, mediante relaciones visuales, adecuando la galería como nexo entre los ambientes públicos de la vivienda y el jardín.
El ingreso a la vivienda se realiza por el centro de la planta jerarquizando así la amplia fachada, desde la cual se puede contemplar el juego volumétrico de la casa. A la izquierda de la puerta de entrada se ubica el garaje con capacidad para dos autos. Interiormente se resolvió agrupar las áreas de servicio sobre el lateral a medianera (unificando instalaciones) y las áreas sociales sobre el fondo y lateral.
En el segundo nivel, donde se proponen los ambientes privados, se cuenta con tres dormitorios y dos baños. El dormitorio principal en suite, con su baño y vestidor, culmina en una expansión aterrazada.
A la simplicidad con la que se resolvió la estructura circulatoria en ambas plantas, se le suma la decidida intención de vincular la cocina con la galería y con el exterior, garantizando de esta forma una correcta conexión entre lo artificial y lo natural.
Por otra parte, la cocina en sí es un amplio espacio dividido del comedor tan solo por una barra-mesada y por la sectorización introducida por la elección del mobiliario: los taburetes súper pop de la barra y los modernos spots que iluminan el área contrastan sin chocar con la mesa, sillas y lámpara estilo art decó del comedor. La continuidad la provee el blanco que amalgama ambos espacios y también el estar, en el que la apelación a los sixties se repite en los sillones, al igual que en los dormitorios. El hogar en piedra que domina el estar tiene su reduplicación en la parrilla de la galería vidriada, espacio en el que los sencillos muebles de madera nos transportan en una transición sin sobresaltos a un afuera suburbano y plácido.
La necesidad de oscurecimiento de los dormitorios sirvió como tema de diseño de fachada, generando una vista dinámica de distintas configuraciones a través de postigones de madera en forma vertical.
Escasos materiales, pero cuidadosamente seleccionados y utilizados en sus diversas posibilidades, generan variadas texturas y colores tanto en el interior como en el exterior y logran poner en evidencia que lo simple suele ser el resultado de un proceso de esmerada y paciente elaboración cuya huella en el producto final es la depuración y refinamiento estético.~

Texto: Soledad Franco
Fotos: Florencia Bouza

PROYECTO
Arq. Nicolás Mieres
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www.dalediseno.com.ar
Cel. 1558054436