Una propuesta con estilo personal que trasciende a sus protagonistas, manifestándose a través de una arquitectura serena y de luminosa nitidez.
Rodeada por los añejos pinos marítimos de Costa Esmeralda, un lugar de veraneo en nuestra costa atlántica y en pleno auge, se ubica esta casa donde el confort prevalece antes del exhibicionismo, y el silencio, antes del exceso visual. Una composición armónica entre la belleza del paisaje y la creatividad de su autor, el arquitecto Martín E. Varvasini, quien se basó en la búsqueda de un lugar de encuentro, que invite a permanecer, y no dejar de disfrutar ni un instante de lo que el entorno natural ofrece.
Un halo de serenidad formal recorre cada rincón de esta residencia, donde el disfrutar del aire libre y la naturaleza es fundamental en los días de verano.
Su encanto creativo se materializa a través de sus líneas netas y sus volúmenes puros, a lo cual se le suma un juego apacible, pero a la vez vibrante, entre los diferentes materiales que la revisten y vitales toques de color en su interior, conformando un todo equilibrado de clara contemporaneidad.
En este refugio, de imperdibles estadías en cualquier estación del año, se puso a sus moradores en una relación más cercana con la naturaleza, a través del uso de espacios semicubiertos y diferentes aventanamientos que, desde el interior, se transforman en obras de arte; cuadros que evolucionan, se mueven y mutan su temática pictórica durante el transcurso del día.
En su fachada posterior, un área semicubierta – galería - prolonga la vida interior en el exterior. Un amplio espacio signado a la luz del sol, al placer y la contemplación, donde se dispuso un comedor y un estar outdoor. Dos sectores, ideales para vivirlos a pleno en familia o con amigos, que no sólo se abren a la naturaleza sino también a un espejo de agua – piscina -, rodeada por un impecable deck solárium.
En el diseño de su arquitectura interior se pensaron ambientes amplios y acogedores. Interiores que ofrecen un clima estimulante, una atmósfera luminosa y serena que se potencia con el fulgor del verde circundante.
Respetando una base neutra, cada una de las áreas se diferencia y cobra identidad propia a través de un impecable trabajo cromático, vivo y alegre, presente tanto en algunas piezas del mobiliario y elementos decorativos como en planos y volúmenes.
Un toque de personalidad y sofisticación que genera un diálogo claro y fluido entre los espacios, induciendo a repetidos e interminables intervalos de continua calma y placidez.
Además de aportar originales pinceladas de color, estos elementos, junto a la acertada iluminación y texturas, transforman a cada una de las estancias en un refugio cálido y más que receptivo.
Dejándose llevar por la belleza del bosque marino que atrae todas las miradas desde su interior, el estar invita a sentarse y disfrutar del entorno natural. Un amplio y luminoso recinto, que reúne una confortable mixtura de piezas de mobiliario modernas y clásicas, centradas en función a un hogar a leña que, religiosamente, se enciende en las frías tardes invernales.
Cada dormitorio tiene un trato personalizado. Cada uno con una ambientación única, donde las texturas y los colores más diversos en acabados, géneros y mobiliario, conviven en plena armonía. Un verdadero desafío a la imaginación de la visión de quienes lo habitan y al buen diseño.
Una explosión de color se percibe en la cocina. Una divertida composición cromática que a diario acompaña las escenas de nutridas conversaciones.
Nada chilla, nada desentona. Cada detalle respeta una imagen única que cede el primer plano a la naturaleza.
Definitivamente, un refugio ideal para disfrutar del sol y relajarse para contemplar la magnificencia del paisaje desde cualquier rincón.
Texto: Dis. de Interiores Ana Thorschmidt
Fotos: Diego Medina
PROYECTO
Arq. Martín E. Varvasini
Tel. 02255-45-2006/15480425/15506035
ID: 54*543*1061
www.varvasini.com.ar
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