eyc
Newsletter
Por favor, ingrese un email válido
Residencia-Triangulo

Una propuesta que yace armoniosamente entre la paz y el equilibrio del desbordante nivel escenográfico natural que la rodea.

En Costa Rica, un país de incomparable belleza natural, se ubica esta casa de original y única arquitectura, cuya modernidad no riñe ni compite con la naturaleza circundante. Un proyecto, obra de los arquitectos Ana Ulloa y Roberto Rivera, cuyo punto de partida fue la vista panorámica que ofrece el lote donde se enraíza, el clima tórrido del lugar y la experimentación con medios estructurales mínimos, resolviendo espacios, formas y lenguajes en un gran trabajo de síntesis. La residencia Triángulo, como su nombre lo expresa, se cristaliza a través de su geometría en tres líneas de longitudes diferentes. Sus lados, de mayor distancia, marcan los límites hacia pronunciadas pendientes y la riqueza natural, con un ángulo más agudo que señala, de forma enfática, la costa Oeste a la altura de Ostional, Guanacaste.
Formalmente, la vivienda se materializa por medio de un juego volumétrico que entremezcla y contrapone llenos y vacíos, lo horizontal con lo vertical, denotado por una envolvente sólida primaria que se va desmaterializando hasta fundirse visualmente con el entorno natural. Una conjunto de líneas puras, aunadas a ángulos contrapuestos, que rompen con la ortogonalidad, generando dinamismo a los pocos muros que conforman a esta residencia.

Desde la elección de la tonalidad de los acristalamientos hasta la conceptualización de la lectura volumétrica y sus respectivas caracterizaciones, junto a la aplicación de materiales, colores y texturas, se crea una integración y, a la vez, un contraste armónico con el paisaje costarricense.
Una exploración conceptual de potenciar la relación del adentro y el afuera genera espacios totalmente abiertos hacia el exterior. Dentro de una idea de liviandad y transparencia y por medio de la ausencia de elementos sólidos, se unen las estancias y las circulaciones con la naturaleza.
Al cruzar el umbral de la entrada principal, un imponente volumen color gris, sobrio y elegante, nos anticipa el acceso a un espacio abierto y transparente. Un luminoso recinto, cuya amplitud se expresa a través de sus dobles alturas, rematadas por una caladura cenital, la cual ilumina sutilmente el correr del agua.
En el primer nivel, como remate visual del recorrido, se direcciona la atención hacia el mar, el cual se funde con la piscina y su borde infinito.
La cocina se integra al espacio social pero con una conformación particular: depurada y minimalista. Integrándose a ésta y, a su vez, a una amplia terraza, se encuentra la sala de estar, generando una triangulación integrada pero con características muy disímiles en lo que se refiere a espacialidad.
Al arribar al nivel superior, se puede explorar más la relación con la vista panorámica del océano, enmarcada por sinuosas evidencias que denotan la liviandad constructiva de este soberbio proyecto. Con un plus: jardines secos sobre losas y un “sun deck” superior como extensión del interior para mayor capitalización de las inconmensurables visuales que el paisaje ofrece.
Como complemento, surgen elementos espaciales y formales particulares como lo es la pasarela-deck, que flota sobre la pendiente empinada que bordea la residencia, articulando además, el dormitorio de huéspedes, el área social y el “Gazebo” que precede la piscina.
El control bioclimático juega un papel de suma importancia en esta propuesta. Para reducir el impacto al entorno natural, se implementaron paneles solares para el calentamiento del agua, y para la extracción del aire caliente se instalaron amplios monitores coronando los espacios más frecuentados – cocina y dormitorio principal – sumado a una ventilación natural cruzada.
Además, para contrarrestar el asoleamiento y como protección ante las fuertes y constantes precipitaciones que se dan en el lugar, se utilizaron generosos aleros.
Si esta propuesta moderna despertó algunas inquietudes en el vecindario, rápidamente fueron aceptadas. Y no sólo aceptadas sino también tomadas como referente.
Porque ya fue dicho: hay estilos personales que trascienden a sus protagonistas, pintando del color de su espíritu todo cuanto tocan.

Texto: Dis. Int. Ana Thorschmidt
Fotografia: Anny Leiva


PROYECTO
Ecostudio Arquitectos:
Arq. Roberto Rivera y Arq. Ana Ulloa

www.ecostudioarquitectos.com

Solari_300

Suscribite a nuestro newsletter y recibí noticias de arquitectura y decoración

Por favor, ingrese un email válido
Arquitectura y decoración

datafiscalWhatsApp
+54.0221.463-5641
La Plata, Buenos Aires, Argentina