Hay diferentes paletas de colores, formas y volúmenes que permiten crear composiciones únicas y sumamente originales, perfectamente adaptables a todo tipo de interiores y modulables hasta el infinito. Su mantenimiento es muy sencillo. Las piezas más pequeñas pueden lavarse y las más grandes simplemente se limpian con vapor o con espumas adecuadas para tapicerías.
Se trata de módulos ideales para darle un toque natural y ecológico a la decoración de la habitación de los niños. Los cojines y puffs Livingstones tienen apariencia de perfectos guijarros, pero cuentan con una composición muy blanda para que ellos jueguen a gusto, creen formas y ambientes, estimulen su creatividad desde lo lúdico. Pueden hacer, también, la tradicional y adrenalítica guerra de almohadas.
La colección de Livingstones para interior consta de 9 modelos diferentes, cada una con un nombre propio y una medida determinada. Desde “Edgar”, con 27,5 cm de ancho hasta “Marc”, el más grande de la colección con 1 metro de largo.~