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NIVEL SRL. Evitar el agregado de agua en obra significa garantizar la resistencia del hormigón. En caso de eventuales ajustes indispensables, profesionales especializados medirán la consistencia del material e indicarán el procedimiento adecuado para agregar agua sin poner en riesgo la resistencia final del hormigón.
La confiabilidad del material y la eficiencia en los tiempos del hormigonado son dos ventajas que todo cliente busca al comprar hormigón elaborado. Sin embargo, ambos aspectos suelen entrar en contradicción en el momento de la entrega del material en obra. La puja entre calidad y disminución de los tiempos del hormigonado se da entorno a la trabajabilidad del material y en la práctica se resuelve, en gran medida, en favor de una eficiencia aparente que termina poniendo en riesgo la resistencia de la estructura.
Es frecuente que se solicite el agregado de agua al pie de obra con el objetivo de “ablandar” el material ya fabricado. El agregado de agua aumenta la relación agua/cemento y puede disminuir drásticamente la resistencia del hormigón si dicho valor excede los parámetros establecidos por la norma. Las dosificaciones de los distintos tipos de hormigón establecen una cantidad de agua de amasado que es indispensable para la fabricación de los mismos pero que, a la vez, garantiza que la relación agua/cemento sea la adecuada para la resistencia tipificada. Toda incorporación de agua que se realice por encima de los valores de dosificación se considera agua agregada e impacta directamente en los valores de resistencia porque modifica de manera sensible el balance de agua/cemento.
El concepto clave que permite articular las exigencias de calidad y eficiencia es el de asentamiento, que define la consistencia o trabajabilidad del hormigón. El asentamiento es un parámetro de fabricación del material que debiera obtenerse exclusivamente con el agua de amasado. Las normas IRAM establecen el procedimiento para el ensayo y control del asentamiento a lo largo de todo el proceso de fabricación y entrega: se trata de un ensayo sencillo que todo cliente debiera solicitar al momento de la descarga. La empresa fabricante deberá contar con el cono de Abrams y los utensilios necesarios para realizar dicho control en cada obra, así como con el personal capacitado para implementar el ensayo.
El asentamiento del material es una característica dinámica que evoluciona con la edad del hormigón fresco. A mayor lapso de tiempo entre la fabricación y la descarga, se genera una mayor disminución del asentamiento; situación que se ve potenciada en condiciones climáticas de temperaturas altas. Es frecuente suponer que el agregado de agua para recomponer el asentamiento de fabricación no daña la resistencia del material. No obstante, el agua agregada modifica directamente la relación agua/cemento y con ello disminuye la resistencia del hormigón. De allí que la eficiencia logística de la empresa elaboradora se convierte en una ventaja poco perceptible pero fundamental, no siempre valorada en su justa medida.

Fuente e imágenes: hormigonera nivel S.R.L.
www.nivelsrl.com.ar

 

 

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