La idea fundamental es aprovechar al máximo las posibilidades de resaltar las propiedades del vino. De esta manera, como el buen vino es juzgado por su apariencia, olor y sabor, la cabeza de esta copa está girada hacia delante para dar un mejor acceso a dichas cualidades: el ángulo deja ver con claridad y sin distorsión el color del vino y el aroma sale expulsado de la copa como un para disfrutar de esta bebida en toda su esencia.
Así, el diseñador perfecciona la experiencia de la cata del vino, sin perder de vista la elegancia y la sofisticación de la copa, pero con una forma que la hace única, tanto por su estética como por sus características funcionales: maximizar la experiencia sensorial que el elixir de los dioses le ofrece a sus seguidores. ~
+ info: www.alvarouribedesign.com