Inspiración modernista

Una difícil combinación entre elegancia, calor de hogar y atrevimiento se ve reflejada en este departamento diseñado por el Estudio de Arquitectura Bigliardi&Rutigliano que apuesta a espacios comunicados y a una decoración arriesgada, basada en contrastes de materiales, volúmenes, colores y texturas.
Se trata de un piso ubicado en la localidad de Quilmes que aúna todos los requisitos para erigirse en modelo de la vivienda del Siglo XXI sin perder la necesaria calidez hogareña.
La idea de dotar a este departamento de personalidad propia, práctica y moderna comienza desde la cocina, donde se aprecia cómo todos los elementos y materiales están cuidadosamente escogidos para transmitir sensación de continuidad con el comedor diario. Mesada silestone color blanco, muebles tinte wengue, acero y vidrio arman una composición súper moderna que se repite en los diferentes ambientes.
Una barra desayunador sigue el recorrido hacia el comedor diario y se apoya sobre un gran ventanal. Con tapa de cristal negro y apoyo en paneles de vidrio, se acompaña con banquetas de estructura cromada y tapizado en cuero blanco. El comedor diario juega con este mismo contraste de materiales y colores buscando una misma lectura. Una carpeta en lana natural delimita el área de la ubicación de la mesa en cristal negro y metal cromado al igual que las sillas, que fueron tapizadas en cuero graneado blanco.

Se buscó tamizar la luz exterior con cortinas traslúcidas del tipo persiana americana forradas en gasa, con accionamiento eléctrico a control remoto. Para la luz artificial, se empotraron en el cielorraso halospots con artefactos en acero inoxidable. Siguiendo con la tónica general de combinar calidez con comodidad, la pared en la que se ubica el LCD fue forrada en ébano makassar. Algo similar se hizo en el mueble vajillero, aunque combinado con madera de nogal.
En el balcón semicubierto que ocupa una de las esquinas del departamento se generó un área de descanso y estar con muebles en rattán plástico para exterior. Este sector presenta un minijardín con canteros, flores y paneles en vitrofusión y estructura de hierro para ocultar la ubicación de las unidades exteriores del aire acondicionado.
El comedor principal continúa con el estilo moderno que reina en los sectores informales, aunque tornándose más elegante y sofisticado. Rodeado de ventanales que van de piso a techo vestidos con un cortinado suave, pisos en madera y paredes claras, este amplio ambiente se destaca por el cuidadoso tratamiento de la iluminación.
A las bandejas con garganta realizadas en el cielorraso se les agregó líneas de LEDS que cambian de color, con halospots empotrados. En el centro se colgó una araña con cuerpos en forma de piedras de distintos tamaños y ubicadas en diferentes alturas en cromo.
La alfombra contiene tres kilos de lana natural por metro cuadrado y tiene biselados los contornos de las figuras. Los cortinados son en gasa de color marfil y shantou de seda natural color piedra; sobre sus cabezales, ocultos en gargantas para tal fin, hay líneas de lámparas de LEDS en color blanco cálido que dan profundidad y resaltan las texturas de las telas. La mesa y las sillas con apoyabrazos son en cristal, ébano makassar y acero inoxidable con acabado mate y cromo. Los tapizados son de lino con apliques de pana en figuras geométricas.
En el sector de ingreso y contiguo al comedor se instaló una barra-bar de forma elíptica con banquetas altas, todo realizado con los mismos acabados que la mesa principal. Desde aquí se accede al balcón terraza, cerrado con una mampara plegable de vidrio templado y herrajes en aluminio anodizado natural que permite incorporar el balcón completo exterior cuando el clima lo permite. En este espacio se generó un ángulo de vegetación con macetas en distintas alturas, con amoblamiento de madera de teca para exterior y un centro de mesa en yute de Tailandia con velas.
El estar también se sirve del binomio blanco-negro para crear un ambiente actual y muy personal que gira en torno a dos sillones enfrentados en cuero blanco graneado y estructura en metal cromado, realzados con almohadones en lino con aplicaciones en pana. Como complemento, se agregaron una poltrona con apoya pies en cuero negro y dos puffs en lino y pana. Como mobiliario de apoyo, se ubicaron mesas de cristal y metal cromo tanto en el centro como laterales. Sobre la pared principal, revestida en ébano makassar, se dispuso un mueble suspendido que contiene los equipos de video y audio con estantes en madera de nogal.
Para completar la iluminación decorativa se instalaron dos lámparas en cromo, una de pie y la otra de apoyo, con pantalla en seda negra. Los cortinados, con cabezales ocultos, son en shantou de seda natural y gasa. Entre éstos, se tapizó una columna con la misma tela para dar imagen de continuidad.
El sector privado se trató con el mismo cuidado en cada objeto, color y mobiliario que se eligió para ambientar cada estancia de la casa. Para los mas pequeños se instaló un rincón de paso hacia los dormitorios como área de trabajo, compuesta por un escritorio continuo en forma de “L” realizado en madera laqueada en blanco y cajoneras en chapa pintada de gris junto a una biblioteca suspendida de pared a pared. Las sillas de este ambiente son en aluminio y cuero blanco. El color y el aire juvenil están dados por la alfombra con círculos concéntricos de colores intensos. Las lámparas de escritorio y todos los accesorios (cesto, lapiceros, paneles circulares para imanes, etc.) se realizaron en metal gris.
Para la habitación de los niños se optó por mobiliario en madera tono peral y metal plateado, jugando con tonos azules celestes y rojos en paredes, textiles y accesorios. La iluminación se ubicó en dos sectores con lámparas del tipo “pulpo” en cromo.
En el caso del cuarto de la niña, se buscó generar un ambiente más romántico y fresco. El mobiliario es en madera con acabado en laca poliuretánica de color blanca, optando por los tonos pastel del rosa, lila, marfil y verde manzana para textiles y accesorios. Las lámparas y la araña son en cristal transparente con pantallas en tono rosa de organza. Las cortinas son en plumetí blanco con motas rosas y pana rústica belga en rosa chicle.
El dormitorio principal deslumbra por su elegancia y atrevimiento. Tanto la pared cabecera de la cama como su opuesta se revistieron en placas formando damero, enchapadas en raíz de peral y separadas por varillas de acero inoxidable. Las mesas de luz se extienden en altura sirviendo de apoyo a las lámparas de pared con pantalla en lino. El cubrecama se confeccionó en panamá con aplicaciones de terciopelo negro y violeta, combinación que se repite en los almohadones de seda natural y en la pintura con acabado satín de la pared lateral. El sommier fue tapizado en cuero imprimé cocodrilo. En una habitación de estas características no podía faltar la sala de baño con jacuzzi, revestida íntegramente en mármol botticcino y marrón emperador. Los vidrios fueron reemplazados por doble vidriado hermético con cortina americana de color plateado en su interior para obstruir las vistas desde el exterior.
Se trata de un departamento de estilo sofisticado y un carácter decorativo muy actual, un impacto a los sentidos dentro de una mixtura superior de glamour, diseño y tecnología.~

Texto: Dis. de Interiores Aleja Canamasas
Fotos: Leo Marino
PROYECTO
Bigliardi&Rutigliano
Arquitectos Asociados
Garibaldi 219. Quilmes.
Tel (011) 4253-0237
[email protected]