Impresión 3D. Una tecnología en creciente desarrollo y perfeccionamiento que ha impactado en el mundo de la arquitectura, por las ventajas y posibilidades que ofrece. La impresión en tres dimensiones abre nuevas puertas en el proceso de diseño de proyectos y su materialización constructiva.
No quedan dudas que la impresión 3D ha impactado en el desarrollo y optimización de diversas actividades. Una de ellas es la arquitectura. Se trata de una tecnología que ha avanzado muchísimo en los últimos años, y todo parece indicar que seguirá por el mismo camino.
Tanto en la fase de proyecto como en su materialización constructiva, la impresión 3D cobra un rol significativo. El ejemplo por excelencia es la producción de maquetas, que pueden llevar semanas de trabajo, y que además, requieren de un trabajo artesanal, minucioso y detallado. Es evidente entonces, que la posibilidad de imprimir estos proyectos ahorra tiempos de diseño, ya que permite la obtención de cualquier tipo de forma, sin reparar en la complejidad que presente.
Sin trincheta, sin telgopor, y sin cartón, hoy los profesionales pueden sacar del estudio estos trabajos que ensucian y ocupan mucho espacio, y pueden trabajar en forma paralela en la elaboración de la maqueta del proyecto que van dibujando.
Bajo la premisa de reivindicar el uso de la maqueta en la arquitectura, la propuesta es impulsar un tipo de representación olvidado, y reemplazado por renders y perspectivas, imágenes planas que a veces no dicen todo lo necesario. Desde el Espacio Diorama especialistas en impresión 3D, las arquitectas a cargo argumentan que la maqueta ayuda a la comprensión del espacio tanto al estudiante inicial, al cliente, como al profesional, como herramienta de pensamiento, de estudio y de generación del proyecto. “Creemos que podemos formar parte de un equipo de trabajo desde nuestro espacio, ejecutando la maqueta en colaboración directa y en comunicación permanente con el estudio, entendiendo que hay un ida y vuelta entre los planos de proyecto y la maqueta resultante”, explican las arquitectas.
Y además proponen, según el proyecto, diferentes formas y combinaciones de materiales para optimizar la representación de la idea, pudiendo conseguir el mayor realismo tanto en el edificio como en su entorno, equipamiento interior y exterior.
Utilizando todas las nuevas técnicas y tecnologías: corte láser, router de corte, grabado de diferentes materiales, impresión en transparencias, impresiones de calidad fotográfica y láser, y principalmente impresión 3D, se imprimen en distintos plásticos de diversos colores, hasta en imitación madera y/o metales.
Para todas aquellas formas que antes eran imposibles de llevar a una maqueta, curvas y contracurvas, mallas y estructuras multiformes, detalles estructurales complejos, reticulados, o simplemente representar una preexistencia con molduras y almohadillados, hoy la tecnología de la impresión 3D nos revela que todo eso es posible. “Estamos preparadas para nuevos desafíos, podemos dibujar en 3D lo necesario para luego imprimirlo ya sea en una o varias partes, luego hacemos el montaje y acople de piezas para obtener una maqueta lo más real y definida posible”, sostienen desde Espacio Diorama, conjugando la experiencia de una profesional y una estudiante de arquitectura en el manejo de diferentes programas y sistemas de representación, en la interpretación de un proyecto, un método constructivo, una materialidad, y la comprensión de la idea a trasmitir. Esas son las herramientas indispensables para formar parte de la generación de una propuesta integral que supone compartir instantes de un proyecto con sus clientes.
Fuente y fotos: Espacio Diorama | Calle 47 entre 3 y Diag. 80