MUEBLES. Nada de producción en serie, nada de perderse en un depósito repleto de cosas ni de sentirse uno más dentro de un local. Por el contrario, López & Co. es la síntesis perfecta del trabajo artesanal, experiencia, frescura y diseño.
Ana Manavella y Joaquín López se conocieron en la facultad, se enamoraron, se pusieron de novios y algunos años después supieron combinar vida de hogar y trabajo. Hoy son una familia constituida al mando de un emprendimiento creativo que ya lleva dos años en la ciudad de Mar del Plata.
“La idea del local es construir a medida, que todo lo que se crea y se piensa sea en función de las personas que habitan ese espacio”, cuenta Ana. La planificación del proyecto comienza indagando acerca de cómo vive el cliente, qué es lo que tiene en su casa, cómo se constituye su familia, su negocio, cuáles son las actividades que le interesaría potenciar; y en base a esa información, se crea un diseño que después se materializa.
Ella es diseñadora industrial y él es carpintero. Ella se encarga de tomar las medidas generales, de sacar las fotos, de entrevistar a la gente, y de diseñar el proyecto. Él es el nexo entre lo que ella propone y el taller, y quien se encarga de la colocación final. Luego, el proyecto lo ve el cliente, lo ajusta, lo aprueba, y después va a carpintería; que es donde comienza el trabajo de Joaquín y sus compañeros de taller (Pedro, Raúl, Lucas y Axel).
El corazón de López & Co. es el vínculo de cercanía y confianza que se construye con el cliente. Y eso comienza desde que se acercan al local hasta que concluye el trabajo. Por ejemplo, no envían un flete que no conocen, de la misma manera que no realiza la instalación una persona que no hizo el mueble. En ese sentido, Ana explica que muchas veces “sucede que quien lleva el mueble tiene un cuidado que puede ser bueno o malo, y que a su vez quien lo instala no se hace cargo de las medidas que tomó la persona que lo construyó”. Por eso, lo fundamental es que la cadena de ajustes que podría existir por esas falencias, no exista.
Y si algo tienen en claro para que eso no suceda es que la sistematización del trabajo sea tan operativa como cálida: se concreta una entrevista en la casa o en el sitio donde vaya a ser la obra para conocer el lugar y sobre todo, para conocer a las personas que van a usar aquello que se encargó, y que pasará a formar parte de su cotidianeidad.
Es en esas charlas previas en las que surgen algunas de las cosas más interesantes. Allí aparecen ideas nuevas y sugerencias que quizás no estaban contempladas al momento de hacer el pedido. Son espacios diferentes de creatividad y consenso que hacen que el resultado sea superador al imaginado.
Hace poco diseñaron y construyeron el mobiliario completo de un estudio audiovisual que se inauguró en la ciudad. En ese trabajo tuvieron libertad absoluta y sus ideas fueron bien recibidas desde el comienzo. Joaquín explica que en este caso ya estaba la estructura y hubo varios cambios que se hicieron en base a los diseños, situación que por lo general no sucede, ya que suelen ser propuestas rígidas. Lo mismo les ocurrió con un proyecto en una casa de Rumencó; en ese momento los clientes ya tenían definida la cocina, pero después de algunas reuniones se acordó hacer algo totalmente diferente, con cambios que el cliente no había tenido en cuenta.
Fieles a la esencia del emprendimiento, cuentan que en el local hay muestras de lo que hacen, que no hay stock. “Todo se encarga, todo se pide; se lustra del color que vos querés, se tapiza con la tela que vos querés”.
Si de algo estamos seguros es de que el día en que este equipo de emprendedores y creativos se expanda, van a conservar su manera artesanal de crear muebles con identidad propia y llevar a la realidad una idea; que es sin dudas, su valor agregado.
Texto: Lic. Antonela Schiantarelli
Fotos: cedidas por López&Co
Cordoba 3419. Mar del Plata.
www.lopezamoblamientos.com.ar