El jardín como refugio

La Serpentine Gallery es una galería temporal de arte moderno y contemporáneo en Kensington Gardens, Hyde Park, en el centro de Londres. Única alrededor del mundo, presenta el trabajo de un arquitecto o equipo de diseño internacional que no haya construido una edificación en Inglaterra al momento de la invitación de la Galería. Alrededor de 750.000 visitantes concurren a esta gran exposición de arquitectura, arte, educación y programas públicos. Fue fundada en 1970, y se ubicó en un pabellón de té clásico de 1934. Su nombre lo tomó del lago Serpentine. Artistas como Man Ray, Henry Moore, Andy Warhol, Paula Rego, Bridget Riley, Allan McCollum, entre otros, han pasado por la galería. Año a año, la Serpentine Gallery convoca a un arquitecto mundialmente reconocido para diseñar un pabellón en el jardín de la galería, que proporciona un escaparate único para la práctica de la arquitectura contemporánea. El pabellón es el anfitrión de un programa especial de proyecciones de películas, charlas, café, entre otras actividades. Desde 2000, cada verano, la galería ha encargado un pabellón temporal a arquitectos como Zaha Hadid, Oscar Niemeyer, Álvaro Siza and Eduardo Souto de Moura, Frank Gehry, Daniel Libeskind, entre otros. Este año, el convocado fue el arquitecto suizo Peter Zumthor. Su premisa inicial de trabajo fue la siguiente: “Un jardín es el conjunto de paisaje más íntimo que conozco. Está cerca de nosotros. Ahí cultivamos las plantas que necesitamos. Un jardín requiere cuidado y protección. Y por lo que lo rodea, lo protegemos y defendemos. Le proporcionamos refugio. El jardín se convierte en un lugar”. Hortus Conclusus (“huerto cerrado”) es el nombre del proyecto de este año. Según su autor, el pabellón tiene como objetivo “ayudar a sus visitantes a tomarse un tiempo para relajarse, para observar y después, quizás, empezar a hablar de nuevo o tal vez no”.

Se trata de una zona verde, de pequeñas dimensiones y circundada por altos muros. Una habitación contemplativa, un jardín dentro de un jardín. La edificación funciona como un escenario, un telón de fondo para el jardín de flores y luz. El concepto de Zumthor fue destacar los aspectos espirituales y sensoriales de la experiencia de la arquitectura, desde su precisa pero simple composición, hasta el manejo de la escala y el efecto de la iluminación. La experiencia se inicia de la siguiente manera: a través de la oscuridad y las sombras, se ingresa a la edificación desde el pasto y comienza la transición en el jardín central, un lugar aislado del mundo del ruido y tráfico, y los aromas de Londres, un espacio interior para sentarse, caminar y para observar las flores. El jardín que se plantó está encerrado por una estructura oscura como una caja. Se trata de un pabellón que está construido de un liviano marco de madera cubierto con malla negra. Las paredes del exterior e interior con entradas escalonadas ofrecen múltiples senderos para que los visitantes recorran y transiten, guiándolos gentilmente hacia el central jardín escondido. Las pasarelas techadas y los asientos que rodean este espacio central crean un sereno y contemplativo ambiente a través del cual los visitantes contemplan la variedad de plantas del jardín iluminado por el sol, el corazón y objetivo de la obra.
Esta es la primera obra completa de Peter Zumthor en el Reino Unido e incluye un jardín especialmente creado por el influente diseñador y paisajista Piet Oudolf.
Con este diseño, se espera que los visitantes puedan vivir una experiencia intensa y memorable. Esta propuesta surge de un eje conceptual en los trabajos de Zumthor: los materiales siempre jugaron un papel evocativo esencial en sus obras. Las puertas del Pabellón de la Serpentine Gallery estarán abiertas al público hasta el próximo 16 de octubre en Kensington Gardens.
Jardines encerrados, jardines como refugios, nadie mejor que el propio Zumthor para expresar el juego de sentidos que intervienen en esta obra: “El hortus conclusus con el que sueño está cubierto por todos lados y abierto hacia el cielo. Cada vez que imagino un jardín en un espacio arquitectónico, se convierte en un lugar mágico. Pienso en jardines que he visto, que imaginé, que me quedan por ver, rodeados por simples muros, columnas, arcadas ó las fachadas de edificios - lugares de refugio de gran intimidad donde deseo permanecer por mucho tiempo”.